Hola,
Podría pasar mucho tiempo, por no decir que sería "nunca". La verdad que no tengo ni la más mínima idea sobre si lograrás ver esto o te importará siquiera (ruego al cielo porque no te importe y ni lo leas, pero ni santa idea si será así). Si en algún pasado pensaste que te tiraba indirectas, pues solo aciertas con que esta se trata de una muy clara y sin rodeos. Un año atrás me encontraba en un mes que no sabía que cambiaría mi vida de la manera en que lo hizo, casual y afortunadamente te encontraste ahí para ello. Sí es cierto que no fui la mejor de todas, soy muy consciente de eso, pero tú tampoco fuiste el mejor de todos. Creo que se rescatan diversos aspectos que son difíciles de negar y es normal, creo yo. Muchas veces me pregunto si es que en algún momento de mi futuro me chocaré con alguien a quien pueda compartirle mi retardo mental, mis niñerías, mis sueños, ilusiones, mis miedos, mis más grandes alegrías y todo lo que en algún momento te compartí. A veces siento que encuentro eso que le llaman "alguien mejor que", pero luego siento que existe precisamente eso "un pero". La verdad es que la vida misma se encargará de saber si tú encontrarás alguien mejor o peor que yo, pero en eso ya perdí importancia.
Honestamente, alejarme de ti fue el reto más grande que me pude poner después de muchos años. Cuando mi mundo se derrumbó en la madrugada del 1 de noviembre sabía que tú eras aquella única cosa que aún podía mantener a mi lado y a quien podía aferrarme para pensar que "todo estará bien". Lamentablemente en aquel mes, aquello de lo que me aferré para pensar que las cosas podían mantener su normalidad, comenzó a desplomarse de una manera sutil con la diferencia que yo no lograba visualizar que estaba comenzando a caminar sola y no acompañada de alguien. Solo me pregunto por qué nunca me dijiste la verdad, por qué la razón de ocultarlo por tanto tiempo, por qué la razón de hacerme añicos el corazón y lastimarme de una forma tan seca y cruel como lo hiciste. Si bien tal vez en muchas ocasiones no fui quien pensabas, no siento que merecía aquella forma en como me dejaste en febrero, llorando preguntándome qué hice mal y por qué eso me estaba pasando a mí. A veces pienso que mi error fue quererte mucho y entregarte a ciegas mi corazón, haberte confiado algo tan frágil y que prometía no dárselo a nadie más. Otras veces me convencen que nada fue mi culpa, que yo solo sentí con todo el amor que tengo para dar y no supieron valorarlo ni qué hacer con ello. En esas otras veces comparo el diálogo de Felicitas con Doña Consuelo donde ella le dice "prefiero que me odie con todas sus fuerzas, porque no sé qué hará él con tanto amor." Hasta que luego recuerdo que hay una enorme diferencia entre lo que tú me hiciste y lo que ella hizo, las razones y las maneras. Ella con el corazón destrozado en la mano se fue sabiendo que dejaba otro, tú no lo tenías destrozado, tú solo te fuiste dejando a un pobre corazón que tenía tantos interrogantes y te quería y amaba tanto ahí, hecho trizas, sangrando con cada pedacito que dejaste pisoteado y con el que intentaste jugar tantas pero tantas veces después de ello. Fue tan difícil alejarme de alguien a quien quise con cada músculo de mi ser y a quien odie al mismo tiempo por cada cosa que me hizo, créeme que lo más complicado fue entender y darme cuenta que me merecía algo mucho mejor de a quien tuve a mi costado.
No puedo negar que por momentos te extraño con unas fuerzas enormes. Extraño aquel hogar que encontraba cuando te abrazaba o la felicidad que podía tener cuando te miraba la cara haciéndome olvidar todos los problemas que podía tener en mi casa o en cualquier otro lado. También extraño cuando me sacabas de mis pesadillas y me abrazabas y me hacías sentir protegida o simplemente me decías alguna babosada que me hacía sentir más feliz que nunca. Hace poco hablaba con una amiga sobre ello: se llama encontrar hogar en alguien. Extraño haber encontrado hogar en ti. Siento que me equivoqué pero a veces en el corazón de uno nadie manda y él sabe en quien se refugia. Lo que pasó fue eso: encontré un hogar y luego lo perdí. Pero eso es lo único que puedo extrañar y que le comenté una vez a mi hermana que no podía negar que siempre extrañaría hasta encontrar a alguien con quien pudiera lograrlo otra vez. Dicen que esto que siento se curará perdonándote y perdonándome por cada mínima cosa que me hiciste y que yo permití, pero no podemos engañar a nadie: yo sé que no podré perdonarte lo que me hiciste.
Pensé que todo esto sería más largo y que tardaría más en escribirlo, es más, pensé que derramaría lágrima que expresaran aquel nudo en la garganta que tengo atorado desde la última vez que te lloré en marzo después de nuestra última llamada. Solo puedo decir que, a través de estas letras, ya te dejé ir de mí. No solo de mi corazón ni de mi mente, todo yo te deja ir. Probablemente en algún momento no te desee nada más que el mal y la triste soledad, pero es hora de desearte lo mejor del mundo y que seas mil veces más feliz. Con esto, que no sé cómo llamar, te deseo lo más lindo, que alguien te quiera igual o más que yo y solo te pido que no hagas añicos su corazón ni la engañes de la misma manera en como lo hiciste conmigo, que no la utilices para llenar tus vacíos existenciales ni le hagas ese nivel de daño que me hiciste a mi en verano. Hugo, solo espero que quien te quiera merezca que la respetes y que hayas tomado todo esto que pasó como una lección de absolutamente todo. Me retractaré de todo lo que dije en algún momento y te perdono por cada mínima cosa que me hiciste, porque esa es la forma de poder dejar todo ir. Te perdono y que seas inmensamente feliz.
Mayra.
Podría pasar mucho tiempo, por no decir que sería "nunca". La verdad que no tengo ni la más mínima idea sobre si lograrás ver esto o te importará siquiera (ruego al cielo porque no te importe y ni lo leas, pero ni santa idea si será así). Si en algún pasado pensaste que te tiraba indirectas, pues solo aciertas con que esta se trata de una muy clara y sin rodeos. Un año atrás me encontraba en un mes que no sabía que cambiaría mi vida de la manera en que lo hizo, casual y afortunadamente te encontraste ahí para ello. Sí es cierto que no fui la mejor de todas, soy muy consciente de eso, pero tú tampoco fuiste el mejor de todos. Creo que se rescatan diversos aspectos que son difíciles de negar y es normal, creo yo. Muchas veces me pregunto si es que en algún momento de mi futuro me chocaré con alguien a quien pueda compartirle mi retardo mental, mis niñerías, mis sueños, ilusiones, mis miedos, mis más grandes alegrías y todo lo que en algún momento te compartí. A veces siento que encuentro eso que le llaman "alguien mejor que", pero luego siento que existe precisamente eso "un pero". La verdad es que la vida misma se encargará de saber si tú encontrarás alguien mejor o peor que yo, pero en eso ya perdí importancia.
Honestamente, alejarme de ti fue el reto más grande que me pude poner después de muchos años. Cuando mi mundo se derrumbó en la madrugada del 1 de noviembre sabía que tú eras aquella única cosa que aún podía mantener a mi lado y a quien podía aferrarme para pensar que "todo estará bien". Lamentablemente en aquel mes, aquello de lo que me aferré para pensar que las cosas podían mantener su normalidad, comenzó a desplomarse de una manera sutil con la diferencia que yo no lograba visualizar que estaba comenzando a caminar sola y no acompañada de alguien. Solo me pregunto por qué nunca me dijiste la verdad, por qué la razón de ocultarlo por tanto tiempo, por qué la razón de hacerme añicos el corazón y lastimarme de una forma tan seca y cruel como lo hiciste. Si bien tal vez en muchas ocasiones no fui quien pensabas, no siento que merecía aquella forma en como me dejaste en febrero, llorando preguntándome qué hice mal y por qué eso me estaba pasando a mí. A veces pienso que mi error fue quererte mucho y entregarte a ciegas mi corazón, haberte confiado algo tan frágil y que prometía no dárselo a nadie más. Otras veces me convencen que nada fue mi culpa, que yo solo sentí con todo el amor que tengo para dar y no supieron valorarlo ni qué hacer con ello. En esas otras veces comparo el diálogo de Felicitas con Doña Consuelo donde ella le dice "prefiero que me odie con todas sus fuerzas, porque no sé qué hará él con tanto amor." Hasta que luego recuerdo que hay una enorme diferencia entre lo que tú me hiciste y lo que ella hizo, las razones y las maneras. Ella con el corazón destrozado en la mano se fue sabiendo que dejaba otro, tú no lo tenías destrozado, tú solo te fuiste dejando a un pobre corazón que tenía tantos interrogantes y te quería y amaba tanto ahí, hecho trizas, sangrando con cada pedacito que dejaste pisoteado y con el que intentaste jugar tantas pero tantas veces después de ello. Fue tan difícil alejarme de alguien a quien quise con cada músculo de mi ser y a quien odie al mismo tiempo por cada cosa que me hizo, créeme que lo más complicado fue entender y darme cuenta que me merecía algo mucho mejor de a quien tuve a mi costado.
No puedo negar que por momentos te extraño con unas fuerzas enormes. Extraño aquel hogar que encontraba cuando te abrazaba o la felicidad que podía tener cuando te miraba la cara haciéndome olvidar todos los problemas que podía tener en mi casa o en cualquier otro lado. También extraño cuando me sacabas de mis pesadillas y me abrazabas y me hacías sentir protegida o simplemente me decías alguna babosada que me hacía sentir más feliz que nunca. Hace poco hablaba con una amiga sobre ello: se llama encontrar hogar en alguien. Extraño haber encontrado hogar en ti. Siento que me equivoqué pero a veces en el corazón de uno nadie manda y él sabe en quien se refugia. Lo que pasó fue eso: encontré un hogar y luego lo perdí. Pero eso es lo único que puedo extrañar y que le comenté una vez a mi hermana que no podía negar que siempre extrañaría hasta encontrar a alguien con quien pudiera lograrlo otra vez. Dicen que esto que siento se curará perdonándote y perdonándome por cada mínima cosa que me hiciste y que yo permití, pero no podemos engañar a nadie: yo sé que no podré perdonarte lo que me hiciste.
Pensé que todo esto sería más largo y que tardaría más en escribirlo, es más, pensé que derramaría lágrima que expresaran aquel nudo en la garganta que tengo atorado desde la última vez que te lloré en marzo después de nuestra última llamada. Solo puedo decir que, a través de estas letras, ya te dejé ir de mí. No solo de mi corazón ni de mi mente, todo yo te deja ir. Probablemente en algún momento no te desee nada más que el mal y la triste soledad, pero es hora de desearte lo mejor del mundo y que seas mil veces más feliz. Con esto, que no sé cómo llamar, te deseo lo más lindo, que alguien te quiera igual o más que yo y solo te pido que no hagas añicos su corazón ni la engañes de la misma manera en como lo hiciste conmigo, que no la utilices para llenar tus vacíos existenciales ni le hagas ese nivel de daño que me hiciste a mi en verano. Hugo, solo espero que quien te quiera merezca que la respetes y que hayas tomado todo esto que pasó como una lección de absolutamente todo. Me retractaré de todo lo que dije en algún momento y te perdono por cada mínima cosa que me hiciste, porque esa es la forma de poder dejar todo ir. Te perdono y que seas inmensamente feliz.
Mayra.
Comentarios
Publicar un comentario